El aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en nuestra atmósfera es una amenaza para la humanidad. 

El dióxido de carbono (CO2) es el principal responsable del cambio climático y su crecimiento se debe a la actividad humana. Para revertir esta tendencia y conservar el clima del que todos dependemos, es necesario que disminuya drásticamente en la próxima década.

Cuando el carbón permanece enterrado bajo tierra, su carbono queda contenido. El carbono se convierte en un problema cuando se extrae y se quema. 

La combustión se produce siempre que aplicamos calor a los combustibles fósiles para liberar su energía. Durante este proceso, se libera carbono.

Las vacas producen metano y el metano es 84 veces peor para la atmósfera que el dióxido de carbono. 

Un componente clave del concreto es el cemento, y es el antiguo e ineficiente método de producción de cemento el responsable de las emisiones.

Conocidos como las 4 Cs (carbon, combustion, cows and concrete), estos cuatro factores representan un 70% del problema de cambio climático y son cruciales para reducir las emisiones globales.

Los cuatro factores son decisiones humanas, y los cuatro tienen alternativas. Aunque cambiar sistemas que han funcionado por mucho tiempo nunca es fácil, los pasos a seguir para cada factor son sencillos (cada uno con sus retos).

Durante cientos de años, la función principal del carbón ha sido producir calor. Calor para la vivienda, para la electricidad y para la industria. 

Todo el carbón de la Tierra se formó por la descomposición de plantas y animales enterrados hace cientos de millones de años. A través de este proceso lento, las moléculas de carbono e hidrocarburos se comprimen y se convierten en carbón muy por debajo de la superficie de la Tierra.

Mientras el carbón permanezca bajo tierra, el carbono está contenido o “secuestrado” y puede ignorarse sin problema. Pero extraer el carbón mediante la minería y luego quemarlo libera este carbono secuestrado y lo emite a la atmósfera en forma de dióxido de carbono. 

Por primera vez, hay muchas alternativas baratas, fiables y poco contaminantes al carbón. Ahora hay que ponerlas en práctica.

La combustión se produce cada vez que aplicamos calor a los combustibles fósiles para liberar su energía. Es decir, la quema de combustibles fósiles. Se produce calor, pero también se libera carbono almacenado.

La buena noticia es que ya estamos en camino a reducir y sustituir la combustión por otras fuentes de energía más inteligentes y resistentes.

Aunque en comparación con una central de carbón, una vaca parece inofensiva, su contribución a las emisiones de gases de efecto invernadero es significativa porque las vacas producen metano. El metano tiene un potencial de atrapar y calentar el aire 84 veces mayor que el carbono, lo que convierte a la industria de la carne y leche en una de las principales fuentes de emisiones en el mundo.

Con 1,400 millones de vacas en el planeta y un aumento en el consumo de carne en los países en desarrollo, estas emisiones tienen un impacto significativo.

Reducir el metano es una forma rápida y eficaz de influir en nuestro clima. Escoger alimentos basados en plantas es una gran manera de reducir las cantidades de metano emitidas a la atmósfera. 

El concreto está en todas partes. Existe desde hace siglos y es resistente, versátil y barato, por lo que se usa en aeropuertos, edificios, puentes, presas y carreteras. Después del agua, el concreto es el producto más consumido del planeta.

Este producto por sí solo contribuye con el 8% de todas las emisiones mundiales de dióxido de carbono y en los últimos 40 años, hemos triplicado su producción.

Para crear el concreto, se necesita cemento, y ahí es donde surgen las emisiones de carbono. 

Para fabricar cemento se utiliza una tecnología muy antigua e ineficiente que genera muchas emisiones. El lado bueno es que ahora existen nuevas tecnologías que producen un impacto mucho menor, tenemos que escoger estas.

Estos cuatro factores -carbón, combustión, vacas y concreto- son responsables de un enorme porcentaje (70%) de las emisiones. Para retrasar los efectos del cambio climático es necesario hacer un cambio.  

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La medición de la huella de carbono nos permite detectar las principales fuentes de emisiones de efecto invernadero asociadas a las actividades humanas dentro de las empresas. La plataforma sinCarbono brinda un soporte para calcular, monitorear y reducir la huella de carbono mediante estrategias adecuadas.

¿Quieres saber como funciona? agenda un demo.

1.Como persona, ¿qué puedo hacer?

Adoptar una dieta to a vegetariana o vegana es una de las maneras más efectivas de reducir tu hulla de carbono. Un informe del 2018 concluyó que evitar la carne y los lácteos es la mayor forma de reducir tu impacto ambiental en el planeta. 

Si eliminar la carne por completo es demasiado, reduciendo la cantidad de carne que comes sigue siendo una de las mejores formas de reducir tu huella de carbono.

Sustituir la carne por lentejas, alubias, tofu u otros sustitutos de la carne puede ser una forma fácil y económica de reducir tus emisiones.

2.Como empresa, ¿qué puedo hacer?

Mide la huella de carbono de tu empresa.

Medir la huella de carbono ayuda a identificar cuáles son las actividades operativas que más emisiones generan, así podrás establecer objetivos y pasos a seguir para reducir tus emisiones.