¿Alguna vez te has preguntado cómo es posible que los alimentos se mantengan frescos por un buen tiempo? Los empaques son esenciales para hacer que los alimentos sean más seguros, limpios, confiables y estables. 

Sin embargo, ¡no todo es color de rosa! La mayoría de los empaques para alimentos están fabricados para un solo uso, terminan en los vertederos y son una fuente de gases emisiones de efecto invernadero. En ese sentido, las empresas tienen una gran responsabilidad en la reducción de la huella de carbono de empaques para alimentos

¿Qué es la huella de carbono de los empaques?

El embalaje asume el rol de conservar los alimentos. También, es el primer punto de contacto con los consumidores porque comunica el contenido del producto, los valores de la empresa y el impacto a nivel social y ambiental. No obstante, la industria del embalaje es una fuente importante de emisiones de efecto invernadero. Cerca del 30 % al 70 % de la huella de carbono de un producto se concentra en su empaque. Por eso, es fundamental que empecemos a pensar en alternativas más sostenibles que nos permitan seguir protegiendo los alimentos y cuidando el ambiente al mismo tiempo.

La huella de carbono del embalaje es un indicador ambiental que se basa en la cantidad de gases de efecto invernadero generados durante la fabricación, transporte, vida útil y reciclaje de un empaque. Asimismo, un empaque representa alrededor del 5 % de la energía empleada para un producto. Es sorprendente saber que, para algunos productos, el impacto del embalaje en el cambio climático puede ser mayor que el generado por el combustible para la distribución.

¿Cómo se calcula la huella de carbono para un empaque?

Es fundamental que seamos conscientes de todas las emisiones que se generan durante cada una de las etapas del ciclo de vida del empaque, desde su fabricación hasta su eliminación:

  • Producción: Incluye las materias primas, el proceso de fabricación y la preparación para su comercialización.

  • Transporte: Cuando se transportan las materias primas y el producto final.

  • Durabilidad: Esta varía si el empaque es de un solo uso o para múltiples usos.

  • Reciclaje: Se relaciona con la gestión de los residuos.

Ya después de analizar todos esos factores, se obtiene una medición que determina la sostenibilidad del empaque.

Huella de carbono según el tipo de empaque

La huella de carbono varía en cada empaque según el tipo de materiales, así:

Cartón y papel

0.94 kg de emisiones de efecto invernadero por solo un 1 kg de embalaje. En esta industria se muele la madera por medio de procesos mecánicos o químicos, y, también, se utilizan muchas fibras vegetales. El proceso de fabricación se traduce en emisiones como monóxido de carbono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y otras partículas.

Aluminio

2.32 kg de emisiones de efecto invernadero por un 1 kg de embalaje. La producción de aluminio consume mucha energía y genera un lodo tóxico con elementos radiactivos que dificultan su gestión. La contaminación se deriva del dióxido de azufre, polvo, hidrocarburos aromáticos policíclicos y aguas residuales.

Plástico

3.50 kg de emisiones por un 1 kg de embalaje. La producción de plástico está relacionada con el procesamiento del refinado del petróleo crudo. La mayoría de los empaques para alimentos se derivan de combustibles fósiles como, por ejemplo, la espuma de poliestireno, que abarca 1.16 kg de emisiones de carbono por un 1 kg de embalaje.

Vidrio

La fabricación de vidrio está relacionada con la quema de combustibles fósiles (gas natural, fuelóleos ligeros y pesados ​​y gas licuado de petróleo). En este proceso se emiten óxidos de azufre y óxidos de nitrógeno. Por otro lado, la vaporización y recristalización del material produce partículas finas que pueden arsénico y plomo.

Desde el punto de vista del tipo de materia prima, los empaques de cartón son menos contaminantes que los de vidrio. Si un envase de cartón genera 32 g de emisiones contaminantes, una botella de vidrio puede llegar a los 323 g, diez veces más. Pero las cosas cambian cuando la botella de vidrio es reutilizable, se reducen sus emisiones a 24 g.

La huella de carbono de un empaque también depende de otros factores como el lugar donde se compran los alimentos, el uso según el tipo de alimento y el plazo de consumo del producto. En las tiendas de comestibles los alimentos se venden envueltos en varias capas, y a su vez, se colocan en bolsas de plástico o papel para supermercado. Los alimentos procesados también tienen muchas capas de envoltura. Adicionalmente, en la industria del embalaje, la mayor demanda está destinada para el envasado de alimentos.

Recomendaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

Las empresas de embalaje pueden reducir su huella de carbono al adoptar una serie de medidas que deben contemplar las cuatro etapas del ciclo de vida del empaque mencionadas anteriormente, algunas estrategias que se pueden aplicar son:

Elegir el material más apropiado para el empaque

Preferencia del cartón sobre el plástico, y los envases retornables sobre los de un solo uso. También es ideal el reemplazo de la materia prima virgen por materiales posconsumo y biopolímeros.

Optimizar el procedimiento del embalaje

Configurar la maquinaria para disminuir la producción de desperdicio, y considerar aspectos como el uso de energía renovable y medidas de eficiencia energética en la fabricación de los empaques.

Considerar el tamaño del embalaje

Evitar el uso de tantas capas en la envoltura y reducir al máximo el tamaño del empaque sin descuidar la protección del producto.

Certificación ambiental

Garantizar que la producción de empaques respete los niveles permitidos de dióxido de carbono, la norma ISO 14064 indica la cantidad más adecuada. Hay entidades verificadoras que auditan los procesos al revisar la huella de carbono y el compromiso con el ambiente.

Estrategias de ecodiseño y economía circular

Hacer énfasis en las posibilidades de reciclaje y garantizar las medidas más efectivas con la sostenibilidad como el uso de procesos más ecoamigables. En este punto debe tenerse en cuenta la necesidad de ajustar los requisitos para preservar la calidad y la seguridad de los productos. Esto con el fin de reducir las pérdidas y el desperdicio de los alimentos.

Empleo de empaques compostables

Son una excelente alternativa frente a la contaminación derivada del uso masivo de plásticos. Sin embargo, según la Fundación Ellen MacArthur, es importante fortalecer los sistemas de clasificación de desechos para que los empaques compostables no lleguen a los vertederos, porque de esa manera no pueden degradarse adecuadamente y terminan liberando las mismas emisiones dañinas de metano que los desperdicios alimentarios.

¡No te preocupes! No todo está perdido y todavía hay esperanza. Aunque la industria del embalaje es esencial para la conservación de los alimentos, los empaques también son una fuente importante de emisiones de efecto invernadero. Pero las empresas tienen la oportunidad y la responsabilidad de tomar medidas para reducir la huella de carbono de los empaques. Al contemplar materiales más sostenibles, optimizar el uso de energía y fomentar el reciclaje, podemos hacer un cambio significativo en el ambiente.

Escrito por: Vilma Estefanía Tapias Benítez

…..

Si eres una empresa interesada en medir y reducir sus emisiones, ¡sinCarbono te puede ayudar!

Medir la huella de carbono  ayuda a identificar cuáles son las actividades operativas que más emisiones generan. Una vez hecho esto, tendrás una mejor idea de las mayores oportunidades para desarrollar tu estrategia de cero emisiones netas. sinCarbono simplifica la medición de huella de carbono por medio de medición, reporte, verificación, compensación y financiamiento de ecotecnologías.

¿Quieres saber como funciona? agenda un demo.

…..

¿Te interesa saber más acerca de la huella de carbono? Revisa nuestra academia virtual