Varios hábitos del día a día y actividades humanas impactan en la biodiversidad más de lo que pensamos. El crecimiento exponencial de la población humana y del consumo han tenido grandes implicaciones para la degradación de la naturaleza. Además, la urbanización ha transformado los entornos naturales, contribuyendo significativamente a la pérdida de biodiversidad. 

¿Cómo afectan los hábitos y la actividad humana a la biodiversidad?

La población humana mundial ha aumentado de 3,700 millones a más de 7,600 millones desde 1970. Esto tiene importantes implicaciones para la degradación de la naturaleza. El consumo también ha crecido, y aunque necesitamos bienes y servicios para nuestra vida diaria, el consumismo excesivo es responsable de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estas son algunas formas en que nuestros hábitos afectan el planeta:

  • El consumo de productos de origen animal contribuye al 60% de las emisiones del sector alimentario a nivel global.

  • La expansión de la ganadería y la producción de su alimento son responsable del 80% de la pérdida de bosques.

  • El crecimiento acelerado del consumo de pescado ejerce una gran presión sobre los océanos.

  • La obsolescencia programada en la industria tecnológica fomenta la generación de basura electrónica. En México, cada habitante produce 3.2 kg al año, de los cuales menos del 17% se recicla.

  • La producción y consumo de ropa y calzado están creciendo de forma descontrolada por la tendencia fast fashion, con un impacto significativo en el medio ambiente debido al desecho de prendas.

Para contrarrestar estos efectos, es crucial cambiar nuestros actividades diarias y hábitos de consumo hacia una perspectiva de “consumir menos y mejor”, priorizando el consumo local.

Impacto de la urbanización en la biodiversidad

La urbanización transforma los entornos naturales mediante la destrucción y fragmentación. Las ciudades desequilibran los ecosistemas por el alto consumo de recursos y la generación de contaminación y desechos. Solo por la expansión urbana, el 25% de las especies de animales y plantas están amenazadas.

Algunas consecuencias específicas de la urbanización incluyen:

  • Se estima que los gatos matan más de un millón de aves al año en Estados Unidos y Canadá, y en México puede suceder algo similar. Una solución recae en hacer conciencia para que cada dueño supervise a sus mascotas y así proteger la salud de las aves silvestres.

  • Las colisiones vehiculares también causan muchas muertes de aves y animales como tlacuaches y zorros. Al reducir la velocidad también se reducen estos choques. 

  • Los venenos para ratas dañan a las aves rapaces cuando consumen roedores contaminados. Los agroquímicos también afectan a la fauna al contaminar la cadena alimenticia.

  • Los microplásticos y metales contaminantes ingresan a las redes alimentarias marinas, afectando a peces, que confunden los microplásticos con comida.

  • Las perturbaciones humanas elevan los niveles de estrés en los animales, afectando su sistema inmunológico y reproductivo.

¿Cuáles hábitos del día a día afectan la biodiversidad?

Las costumbres tan cotidianas como fumar, conducir o tirar basura al inodoro provocan más daños ambientales de lo que pensamos.

Cambio de hábitos que impactan la biodiversidad

¿Qué acciones podemos realizar para cuidar nuestra biodiversidad?

Estamos en la sexta extinción masiva, y en México hay 665 especies amenazadas, especialmente por la deforestación. Aunque la situación es grave, se puede revertir con cambios radicales. Desde la cotidianidad, hay muchas medidas para proteger a la biodiversidad que están a nuestro alcance:

  • No comprar especies exóticas.

  • Tres Rs ecológicas: Reducir el consumo, reutilizar productos y reciclar materiales.

  • Responsabilidad con la naturaleza: Disfrutar de la naturaleza sin dañarla, evitando fogatas, y siguiendo las indicaciones en espacios naturales.

  • Apoyo a ONGs conservacionistas: Participar en ONGs ecologistas como Greenpeace o WWF, ayuda a proteger y recuperar la biodiversidad. 

  • Consumo de productos ecológicos: Como consumidores podemos influir en las empresas para reducir el impacto negativo en la biodiversidad al elegir productos sostenibles.

  • Reducción de la huella de carbono: Desplazarnos a pie, en bicicleta y utilizar el transporte público compensa las emisiones de gases de efecto invernadero para favorecer la biodiversidad. 

Conclusión

El aumento de la población humana y el consumismo, junto con la urbanización descontrolada, han acelerado la degradación de la naturaleza y la pérdida de biodiversidad.  A pesar de la gravedad de la situación, existen oportunidades para revertir este impacto negativo a través de medidas cotidianas que protejan nuestro entorno natural. 

Si aportamos nuestro grano de arena con estas pequeñas acciones, podemos ayudar a salvar ecosistemas enteros.

Ya te dimos la solución como persona, pero como empresa, ¿qué puedes hacer?

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Q&A 

1.¿Qué otras cosas podemos hacer?

Otras cosas que podemos hacer es respetar la vegetación al participar en la reforestación de especies nativas y reportando incendios de inmediato. No debemos alimentar a los animales silvestres para que mantengan su función en el ecosistema, ni arrojar basura, ya que muchos animales mueren por ingerir basura. Evitemos comprar productos derivados de especies en peligro de extinción, como pieles o plumas de aves y seamos responsables con nuestras mascotas.

2. ¿Cuál es el impacto del aceite de palma?

El aceite de palma está presente en champús, helados, chocolates y cosméticos, etc. Se estima que el 50% de los productos cotidianos lo contienen. Cada persona consume en promedio 8 kg de aceite de palma al año, lo que lo convierte en el aceite vegetal más consumido del mundo. Entre 2014 y 2019 se perdieron aproximadamente 5,400 hectáreas de bosques en Chiapas, Campeche, Tabasco y Veracruz debido a la expansión de monocultivos de palma de aceite.

El aceite de palma también amenaza los ecosistemas acuáticos. Una proximidad de hasta 3,000 metros de cultivos de palma de aceite tiene efectos negativos para las especies acuáticas y en los ciclos del agua por los agroquímicos. Lo más preocupante es que aproximadamente el 50 % de las plantaciones se encuentran cerca del agua.

Eliminar completamente la producción de aceite de palma no es la solución para la pérdida de biodiversidad. La prohibición del aceite de palma podría incrementar la producción de otros cultivos aceiteros que requieren más terrenos. Esto solo empeora el deterioro de la biodiversidad porque los monocultivos aceites se suelen sembrar en los trópicos, tan ricos en especies, lo que acarrea impactos catastróficos sobre la biodiversidad mundial. En ese sentido, la mejor medida es aumentar la sostenibilidad en la producción de aceite de palma y evitar la deforestación.

3. ¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono es una medida del total de gases de efecto invernadero emitidos a la atmósfera como resultado de las actividades de un determinado individuo, empresa o comunidad.

Cada vez es más importante que empresas de todos los tamaños conozcan y reduzcan su huella de carbono para mitigar los efectos del cambio climático.