Las emisiones fugitivas son el resultado de emisiones intencionales o no intencionales, se producen cuando los combustibles gaseosos o líquidos se liberan a la atmósfera debido a fugas. Estas fugas suelen provenir de la evaporación o ventilación durante la producción, el transporte y emisiones de hidrofluorocarburos (HFC) durante el uso de equipos de refrigeración y aire acondicionado.
Muchas empresas están empezando a comprender la importancia de reducir su huella de carbono y están tomando medidas para minimizar sus emisiones. Sin embargo, las emisiones fugitivas suelen pasar desapercibidas y no se declaran, lo que dificulta a las empresas su seguimiento y gestión eficaces.
¿Cuáles son las emisiones fugitivas?
Las instalaciones de petróleo y gas natural son las principales fuentes de emisiones fugitivas. Este tipo de fugas provienen de escapes de los equipos, evaporación, pérdidas por descarga, incineración y liberaciones accidentales, roturas de oleoductos (por ejemplo, excavaciones en los ductos, derrames y fugas de pozo).
Por otra parte, la producción de emisiones fugitivas está asociada a la generación de metano, especialmente el sector petrolero y de gas natural. De acuerdo con el Observatorio Mexicano de Metano, México ha ocupado la décima posición dentro de los países con más emisiones de metano. Según ese informe, el sector energético mexicano contribuye con el 22 % de las emisiones de metano, las cuales provienen principalmente de las emisiones fugitivas que emergen de la fabricación de combustibles. Para el caso del gas natural, las emisiones proviene de pérdidas no planificadas de metano de los ductos, válvulas y otros equipos.
Impacto sobre la huella de carbono de la empresa
Las emisiones fugitivas pueden contribuir significativamente a la huella de carbono de una empresa, ya que pueden dar lugar a la liberación de cantidades importantes de gases de efecto invernadero, como dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O). El impacto de estas emisiones en la huella de carbono depende de la cantidad y la potencia de las emisiones, así como de las emisiones globales generadas por las operaciones de la empresa. Para reducir el impacto de estas emisiones, puede ser necesario aplicar medidas para detectar y prevenir que sucedan las fugas de estos gases, así como realizar la transición a procesos y tecnologías de producción más limpios.
La importancia de reducir las emisiones fugitivas
La reducción de las emisiones fugitivas es importante desde el punto de vista medio ambiental. Esto porque las emisiones fugitivas contribuyen a la contaminación atmosférica y al cambio climático, lo que puede tener importantes repercusiones sobre el planeta. El metano, por ejemplo, es un potente gas de efecto invernadero que tiene un impacto mucho mayor en el clima que el dióxido de carbono (CO2) a corto plazo. Reducir las emisiones de metano sirve para hacer frente al calentamiento global. Además, la reducción de estas emisiones también puede suponer un ahorro de costos para las empresas.
¿Cómo reducir las emisiones fugitivas?
Para hacer frente a estas emisiones, las empresas están aplicando una serie de medidas, como la mejora del mantenimiento de los equipos, la modernización de los sistemas de detección de fugas y la reducción de la combustión. Sin embargo, aunque estos esfuerzos pueden marcar la diferencia, no son suficientes. Usualmente, las emisiones fugitivas no se reportan ni se incluyen en el inventario general de emisiones de una empresa, lo que dificulta el seguimiento preciso de su impacto.
Para afrontar estos retos, es necesario mejorar la medición y monitoreo de las emisiones fugitivas. Debe exigirse a las empresas que reporten periódicamente sus emisiones, y los datos deben ponerse a disposición del público. Esto permitiría una mayor transparencia y responsabilidad, y animaría a las empresas a tomar medidas más agresivas para reducir sus emisiones.
Además, es necesario aumentar la inversión en nuevas tecnologías e investigación para facilitar la medición de este tipo de emisiones. Esto podría incluir el desarrollo de nuevos sensores y sistemas de control. Por otra parte, el gobierno puede desempeñar un papel importante en la reducción de las emisiones fugitivas, estableciendo normas y reglamentos y ofreciendo incentivos a las empresas para que reduzcan sus emisiones.
A modo de ejemplo, para reducir las emisiones fugitivas del sector del gas natural, es posible aplicar medidas de detección y reparación de fugas para reducir las emisiones de metano. Esta medida se lleva a cabo mediante revisiones periódicas. Según un reporte, las emisiones de metano pueden bajar un 40 % a raíz de inspecciones anuales, 60 % con inspecciones semestrales, y hasta un 80 % con inspecciones trimestrales.
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