Las emisiones de empresas embotelladoras pueden variar según el tipo de material para la fabricación de empaques para bebidas. Una botella de vidrio tiene una huella de carbono de 503 g, una de plástico, 633 g, y una de cartón solo 60 g. El cartón parece ser la materia prima más sostenible, pero vale la pena conocer las emisiones de cada material y cómo se pueden reducir.

El plástico es un material que se deriva de hidrocarburos, contribuye con el 3.8 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Si no se hace nada, la producción de plástico podría ser responsable del 13 % de las emisiones globales en el año 2050. En su fabricación hay procesos de destilación en una refinería, y consume muchos recursos y energía no renovable.

Otro problema de los plásticos radica en su lenta degradación, esta situación motiva al uso de plástico reciclado como materia prima. La fabricación de un solo kilogramo de plástico desde cero genera 3.5 kg de dióxido de carbono. Por otro lado, producir un kilogramo de plástico PET con material reciclado emite 1.7 kg de dióxido de carbono. Podemos ver que la huella de carbono se reduce en un 49 %.

Detrás de las cifras de emisiones de la industria del plástico hay un enorme impacto ambiental. Al momento de desechar los productos plásticos, estos son fragmentados por el viento, las olas y la radiación ultravioleta. Gracias a esta acción, se producen microplásticos, los cuales perjudican a más de 700 especies. A modo de ejemplo, los microplásticos de polietileno presentes en el suelo afectan a las lombrices porque pierden el 3 % de su peso corporal. Esto hace que se pierda el rendimiento de la agricultura. En México hay varias especies altamente vulnerables a la contaminación plástica:

Al ser tan diminutos, los microplásticos son fácilmente transportados por las corrientes y pueden abarcar todos los océanos del planeta. Por eso representan una grave amenaza para la fauna marina, ya que pueden confundir estas partículas con alimento y las ingieren.

Hay otra alternativa para la fabricación de botellas, el vidrio. A primera vista, parecen una opción más amigable que el plástico porque no se descompone en microplásticos que pueden filtrarse en los suelos y el agua, y, además, no es un material tóxico. No obstante, vale la pena conocer las emisiones de gases de efecto invernadero de la producción de vidrio.

Aunque la disposición final es menos nociva que para el plástico, la fabricación de vidrio contribuye al cambio climático. El vidrio se constituye principalmente de cal sodada (material compuesto de sílice, sosa, cal y pequeñas cantidades de alúmina y álcalis). Las emisiones de efecto invernadero se derivan del proceso de fundición de los materiales y el uso de combustibles en el horno de fusión.

Hay un estudio que midió la huella de carbono para la producción de vidrio, que es 0.12 t CO2eq por tonelada de vidrio fundido. Dentro de este conjunto de emisiones, el mayor porcentaje son las emisiones de alcance 1, 75 % de la huella de carbono total. El mayor aporte dentro del alcance 1 se deriva del consumo de combustible en el horno de fusión. Recordemos que las emisiones de alcance 1 hacen alusión a las emisiones directas de fuentes que son propiedad de una empresa o están controladas por ella. Son gases de efecto invernadero que se producen en los procesos industriales.

Desde el punto de vista del potencial de reciclaje, el vidrio es mejor que el plástico para la producción de botellas. Además, es un material menos tóxico porque se compone de sílice, un material que constituye el 59 % de la corteza terrestre. Al usar botellas de vidrios no debemos preocuparnos por su filtración en el entorno natural como sucede con el plástico.

Sin embargo, producir vidrio requiere grandes cantidades de arena, un recurso, que lamentablemente, se está agotando, es el segundo recurso más utilizado después del agua. Adicionalmente, la extracción de arena causa estragos en el suelo y pérdida de biodiversidad.

Según la Agencia Internacional de Energía, la industria de empaques y planchas de vidrio genera más de 60 megatoneladas de emisiones al año. El vidrio requiere temperaturas más altas que el plástico. Pero este problema se puede aliviar un poco con el empleo de desechos de vidrios. Al añadir 10 % de vidrio reciclado a la mezcla, se reduce el consumo de energía en un 3%. Esto reduce ligeramente las emisiones de efecto invernadero derivadas de la fabricación.

Retomando el tema de fabricación de botellas, las botellas plásticas PET se utilizan en más del 70 % de los envases para bebidas. Estas generan menos emisiones en su proceso de fabricación, pero son un serio problema cuando se tiran a los vertederos. México es uno de los principales consumidores de PET en el mundo. Cada año un mexicano promedio desecha más de 7 kg de botellas a la basura, entonces, en total se producen 780 mil toneladas anuales. Este material tarda de 100 a mil años en degradarse. Ni siquiera se recicla el 20 % y la quema de residuos PET libera toxinas dañinas al ambiente.

El uso de vidrio puede ser menos nocivo si se aplican medidas de eficiencia energética y energías renovables. Y el plástico, por su parte, si se impulsa su reciclaje. Aun así, hay alternativas más amigables con el ambiente, como el cartón, uno de los materiales más sostenibles del mundo. El impacto ambiental de una tonelada de empaques de cartón en todo su ciclo de vida es solo de 326 kg CO2. El cartón ondulado genera 69.22 % menos emisiones de dióxido de carbono equivalente que el plástico reutilizable.

Podríamos pensar que el cartón no es ecoamigable porque fomenta la tala de árboles. Pero la verdad es que, para la producción de papel y cartón, la madera se cultiva en plantaciones comerciales certificadas, no de bosques naturales. Asimismo, por cada árbol que se usa de estos terrenos, se plantan 3 más. Para el caso específico de México, se recicla el 90 % de la materia prima utilizada para fabricar papel y cartón.

Aunque el uso de cartón como material de empaque reduce las emisiones de empresas embotelladoras, es prácticamente imposible prescindir del plástico y del vidrio. Por eso, se ha desarrollado una serie de estrategias para reducir el nivel de emisiones y la contaminación:

Podemos ver que el cartón es una alternativa sostenible en los empaques para bebidas. Pero al mismo tiempo, no se puede dejar de usar vidrio o plástico. Afortunadamente, existen estrategias para reducir el nivel de emisiones de las empresas embotelladoras. Para esto, las empresas necesitan conocer su huella de carbono. Con el apoyo de la plataforma sinCarbono, las empresas pueden saber cuáles emisiones se deben al consumo de energía, a la extracción de materias primas o a la producción de residuos.

Escrito por: Vilma Estefanía Tapias Benítez

…..

Si eres una empresa interesada en medir y reducir sus emisiones, ¡sinCarbono te puede ayudar!
Medir la huella de carbono ayuda a identificar cuáles son las actividades operativas que más emisiones generan. Una vez hecho esto, tendrás una mejor idea de las mayores oportunidades para desarrollar tu estrategia de cero emisiones netas. sinCarbono simplifica la medición de huella de carbono por medio de medición, reporte, verificación, compensación y financiamiento de ecotecnologías.

¿Quieres saber como funciona? agenda un demo.

…..

¿Te interesa saber más acerca de la huella de carbono? Revisa nuestra academia virtual