Los alimentos que consumimos tienen un gran impacto ambiental. De hecho, si cambiamos nuestros hábitos alimenticios, el Día del Sobregiro se retrasaría 7 días. Esto se debe a que la producción de carne es muy ineficiente en cuanto a la energía, el espacio y el alimento que el ganado requiere.
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El Impacto Ambiental de Nuestra Dieta
Reducir nuestro consumo de alimentos de origen animal una vez a la semana o optar por una dieta basada en plantas, tiene un gran impacto en la lucha contra el cambio climático. Esto se debe a que, la producción de alimentos representa el 35% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. Siendo la carne, los productos lácteos y el cerdo los alimentos con la huella de carbono más elevada.
Sabías que…
- Comer un filete de carne de 200 gramos produce los mismos gases de efecto invernadero que manejar 22 kilómetros.
- El 70% de la tala del Amazonas se realiza para cultivar carne de res.
- El ganado produce el 14% de las emisiones de GEI globales.
¿Por qué el impacto ambiental de los alimentos aumenta el Día del Sobregiro?
La superficie necesaria para que los animales se alimenten es muy grande. Por lo general, ocupa alrededor del 80% de toda la tierra agrícola, o cerca del 35% del total de la tierra habitable del mundo. Tal y como se mencionó en nuestro blog acerca del Día del Sobregiro, esta fecha se calcula tomando en cuenta el uso de suelo utilizado para la producción de alimentos.
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Una dieta basada en plantas ¿La solución adecuada?
Por su elevada huella de carbono, reducir el consumo de productos animales es fundamental para reducir emisiones de GEI. El cambio a una dieta basada en plantas puede reducir las emisiones relacionadas con los alimentos en un 61%. Reducir el consumo de alimentos de origen animal significa que se necesitarán menos recursos y menos uso de suelo para producir el mismo número de calorías de alimentos.
A pesar de que eliminar el consumo de alimentos de origen animal sería ideal, una dieta mediterránea tradicional puede ser la solución: muchas verduras frescas, cereales, aceite de oliva y poca cantidad de productos animales.
Además, si se adoptara este enfoque, los residuos de las industrias cárnica y láctea también se disminuirían considerablemente, lo que reduciría las emisiones de GEI en un 57%.
La extracción de recursos representa el 50% de las emisiones mundiales. Como consumidores, tenemos un papel crucial en la reducción de estas emisiones, y las empresas también pueden marcar una gran diferencia. Medir la huella de carbono e implementar un modelo de economía circular ayuda a identificar cuáles son los materiales que generan más emisiones y te da una mejor idea de como reintroducirlos a la producción. Una vez hecho esto, tendrás una mejor idea de las mayores oportunidades para desarrollar tu estrategia de cero emisiones netas.
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