La producción y el procesamiento de alimentos contribuyen a más del 10% del total de desperdicio y pérdidas de alimentos generados a lo largo de toda la cadena alimentaria. Los desperdicios de alimentos son el material más común que se deposita en los rellenos sanitarios representando el 24% de los residuos sólidos urbanos desechados.
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Desperdicios en la producción de Alimentos: Evitables e Inevitables
La industria alimentaria genera dos tipos de desperdicios:
Desperdicios evitables
Provienen de los alimentos terminados y de errores de calidad, usualmente son comestibles. En los procesos de producción normales se estima que se desperdicia alrededor del 5% del total de la producción. Tal y como su nombre indica, estos desperdicios pueden ser evitados si se da prioridad dentro de la producción.
Desperdicios Inevitables
Provienen de los desechos de la producción de alimentos y usualmente no son comestibles. Por ejemplo, los desperdicios de huesos y cáscaras de frutas podrán no ser comestibles, pero pueden ser transformados en alimento para ganado o en energía y tener un segundo uso.
Los desperdicios en la producción de alimentos representan el 38% del uso total de energía.
¿Por qué se desperdician los alimentos en la producción?
Causas de los desperdicios
La generación de desperdicios en la producción de alimentos varían en gran medida entre países, industrias, empresas y productos. Sin embargo, por lo general los desperdicios evitables pueden ser causados por:
Mal funcionamiento de las maquinarias
Ineficacia técnica
Requisitos de calidad
Mala manipulación del producto
Mal almacenamiento
Empaque o envasado defectuoso
Poca o mala comunicación entre clientes y proveedores
La producción de alimentos genera alrededor del 35% de las emisiones de carbono globales. Al ajustar los procesos de producción de alimentos, las empresas, además de recuperar alimentos que podrían ser desperdiciados, pueden reducir sus emisiones de carbono.
En donde el desperdicio de alimentos generó aproximadamente el 10% del total de las emisiones..
La importancia de reducir el desperdicio
La industria alimentaria no puede ser resistente a los efectos del cambio climático si no es sostenible. Es ahí donde cae la necesidad de centrarse en reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos. Se necesitan acciones a nivel global, adaptadas a las necesidades de cada país, para maximizar el uso de los alimentos que producimos. La introducción de tecnologías, soluciones innovadoras, nuevas formas de trabajo y buenas prácticas para gestionar la calidad de los alimentos son clave para implementar este cambio y reducir la pérdida y el desperdicio de los alimentos.
Medir la huella de carbono e implementar un modelo de economía circular ayuda a identificar cuáles son los alimentos que al producirse, generan más emisiones y te da una mejor idea de como reintroducirlos a la producción. Una vez hecho esto, tendrás una mejor idea de las mayores oportunidades para desarrollar tu estrategia de cero emisiones netas.
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